Es un tratamiento que utiliza ácidos suaves para exfoliar de forma controlada las capas superficiales de la piel. Ayuda a renovar la piel, mejorar su textura y luminosidad, y tratar imperfecciones leves sin generar descamación excesiva.
Aclara manchas y marcas de acné
Mejora la textura y tono de la piel
Estimula la renovación celular
Reduce líneas finas y poros dilatados
Aporta luminosidad inmediata
Sesión: 45 minutos aprox.
Frecuencia: Cada 15 a 21 días (según protocolo)
Cantidad recomendada: 4 a 6 sesiones para mejores resultados
Ideal para personas con manchas, textura irregular, piel opaca, acné leve o primeros signos de envejecimiento. También es una excelente opción para revitalizar el rostro después del verano o invierno.
Uso obligatorio de protector solar
No exfoliar ni frotar la piel
Evitar exposición solar por mínimo 48 horas
Hidratar intensamente con productos recomendados